Jesús García Álvarez, (a) Chus.
sábado, 24 de agosto de 2013
miércoles, 21 de agosto de 2013
1967. La despedida de Jesús García Álvarez
El año 1967 fue un tiempo de encrucijada para el Gulmont. La primera etapa se había cerrado en 1963, con la despedida de muchos de los miembros que habían vivido la fundación en las actividades de Excursionismo iniciales y las de consolidación que afirmaron las nuevas dedicaciones a la Alta Montaña y a la Espeleología.
1967 fue un año de cambios. Otra promoción terminaba sus estudios y las paredes del Gulmont quedaron desguarnecidas de la presencia de veteranos.
A Jesús García, impulsor y mantenedor del grupo, también le tocó pasar el testigo a otra generación. El Gulmont prosiguió su andadura hasta quince años más tarde, pero su espíritu había quedado bastante maltrecho en el final de esta segunda fase. Gulmont fue ya, otra cosa.
Esta página, extraída del Boletín número 8 del Gulmont, deja constancia de unas inquietudes cortadas y de un porvenir incierto para el grupo.
1967 fue un año de cambios. Otra promoción terminaba sus estudios y las paredes del Gulmont quedaron desguarnecidas de la presencia de veteranos.
A Jesús García, impulsor y mantenedor del grupo, también le tocó pasar el testigo a otra generación. El Gulmont prosiguió su andadura hasta quince años más tarde, pero su espíritu había quedado bastante maltrecho en el final de esta segunda fase. Gulmont fue ya, otra cosa.
Esta página, extraída del Boletín número 8 del Gulmont, deja constancia de unas inquietudes cortadas y de un porvenir incierto para el grupo.
GULMONT SI, GULMONT NO.
Más que nunca, el hombre necesita el campo y la montaña como evasión de la vida artificial y masiva de nuestras ciudades.
Particularmente, sienten esta necesidad los jóvenes. Por ello, no es extraño que surjan movimientos, clubs, agrupaciones, que encaucen esas aficiones: scoultismo, Montañeros de Sta. María, Sol y Mar, OJE, etc.
Gulmont nace bajo una necesidad más concreta por la estructura anómala de un centro formativo. La excesiva masificación, que dificulta la formación personal y responsable; el régimen de internado, de por si agobiante y sin incentivos; el alejamiento de la familia, centro natural de formación; el aislamiento del mundo, sobre todo en edades en que la interacción social amplia es más necesaria, etc. Todos estos defectos, en la medida que tienen su influencia sobre la formación, deben contrarrestarse por medios que creamos oportunos.
Gúlmont no pretendió ser más que uno de estos medios, que proponíamos a los jóvenes para encauzar sus aficiones en un plano formativo. Por eso su estructura en grupos reducidos, en que cada miembro era responsable de una misión; sus salidas libres, bajo la dirección del propio jefe; su vida al aire libre y las exigencias del esfuerzo, compañerismo, lealtad a sus programas, etc. apuntaban a otros tantos fines fornativos que es preciso no olvidar.
Gúlmont, sí, siempre que sea fiel a estos principios que fueron su razón de ser.
Jesús García. Madrid, 1967.
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Epílogo:
Boletín informativo de las actividades del Grupo Universitario Laboral de Montaña y Espeleología. Portada: Cerro del Castillo (Espiel), escuela del Gúlmont. Dibujos: por Fr. Ezequiel Rayo, O.P. Universidad Laboral de Córdoba, junio, 1967. |
miércoles, 7 de marzo de 2012
1963 (21 de abril). Sierra Nevada
(Segunda ascensión) y 1ª al Veleta.
Jesús García, Alberto Riera y Ricardo Veroz. | |
Jesús García. | |
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Jesús García. | |
Jesús García, Mariano Olivar y Ricardo Veroz. |
sábado, 14 de enero de 2012
1967-68. Entrega de la placa de la FEM al Gulmont.
1966. Operación Fuente Alhama.
Hay un complemento fotográfico sobre el mismo tema, en el blog de la Operación Fuente Alhama. | De izquierda a derecha:
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1966-67. Operación Asturies.
Los Pontones | |
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A la izquierda, tras el grupo de caballos, se hunde el prado hacia la boca del pozo de la Cueva de la Ballota. En la campa se emplaza una torrentera cuyas aguas se precipitan en él. | |
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La exploración de la sima de las Garayas nos alejó de la zona de nuestro campamento. La noche se adelantó a nuestros planes y tuvimos que pasarla en una de estas cabañas. El cabrero nos apañó sitio y por la mañana, el primer asomo de luz vino acompañado de un gran tazón de leche de cabra recién ordeñada. Un gran recuerdo. Y un buen personaje, aquel cabrero. | |
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Junto a la boca de la Cueva de Veguina Llarga se reunió un buen número de familiares de José Suarez, para rendirle homenaje. | |
El Gulmont colocó una placa de mármol en la pared del exterior de la Cueva, para recordar el largo empeño de este "chalgueiro". | |
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Las caballerías nos ahorraron el transporte a hombros de parte del material, en las largas caminatas de acercamiento a las cuevas. En la foto, Fernando Martínez Gómez. | |
Se está preparando una página dedicada a las dos Operaciones Asturies, de 1966 y 67. |
1965. Picos de Europa.
La llegada a Covadonga. | |
Con Don Pelayo. (Este nunca fue del Gulmont, por mucho que digan las Crónicas). | |
Ya, por entonces, el desfiladero era como la calle Cruz Conde. | |
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Haciendo la "prueba de carga" (¡insensatos!). | |
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Pere Plana Panyart y Jesús García Álvarez. | |
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Ricardo Veroz Herradón, José Miguel ..., Luis Merino Guerrero, Rafael Fernández Martínez y Jesús García Álvarez. Detrás, habitantes de Cistierna. |
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